miércoles, 18 de marzo de 2009

Chamo, te explico la diferencia


Por: Magda Mascioli G. - Fijate lo siguiente. Ayer dijiste: "A los gobernadores y alcaldes de oposición que no se les ocurra impedir la toma de aeropuertos y puertos porque LES APLICARÉ TODO EL PESO DEL PODER DEL ESTADO". Como recuerdo que una vez dijiste, en una de esas exposiciones tuyas, que "EL ESTADO SOY YO" (o sea, tú), entonces, si uno traduce eso queda: "Les aplicaré todo el peso de MI PODER". OK. Estamos claros en eso. Ahora fijate esta otra cosa. Como yo se que a tí la Ley te importan tres papas, de esas que siempre echas tus cuentos que sembraban por allááááááááá en las sabanas de Barinas cuando eras muchacho, entonces ni te digo detalles para no fastidiarte. De todos modos hay una diferencia que no debes olvidar. Una cosa es "La aplicación de todo el peso del poder que una persona tiene en sus manos" y otra cosa es "La aplicación del todo el peso de la Ley", que es la que manda o prohibe en consonancia con la Justicia y es la que delimita el libre albedrío de la gente; o sea, que la gente no puede hacer lo que le da la gana. Bueno, tú sabes de eso. Pero fíjate chamo: "LA JUSTICIA" NO es "El Poder". ¿Captas? Se que sí porque eres inteligente. Una cosa es el PODER y otra cosa es LA JUSTICIA. El PODER es efímero, circunstancial, pasajero. La ley, en cambio, prevalece y La Justicia impera; así como a la postre ha imperado ante todos los regímenes dictatoriales de la historia de la humanidad. La Haya espera. Y su próximo residente llegará en el momento justo. Saludos.

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