miércoles, 18 de marzo de 2009

Que bueno está este Artículo


Por Elide Rojas - El camarada Magglio - Magglio Ordóñez, excelente pelotero. Hombre de marcas aquí y allá, en el imperio. Con muy buen ritmo para terminar su carrera con promedios por encima de un jugador de beisbol ordinario. Pero, cometió el grave error de politizar su carrera y con toda seguridad, no ha entregado su alma al chavismo por razones ideológicas. Para empezar, Magglio no tiene pinta de saber siquiera qué es marxismo, plusvalía, neocolonialismo y cosas de esas que forman parte del glosario comunistoide y nunca de un beisbolista cuyo interés principal es pegarle a una pelota con un pedazo de palo. Pero en el caso de Magglio hay otros elementos que hacen pensar que su pose revolucionaria es una completa farsa. Es decir, Magglio Ordóñez es un farsante del proceso socialista. El camarada Magglio gana más de 17 millones de dólares por año por jugar con un guante de cuero y pegar carreras en unos campos del imperio hechos para que los gringos vayan a gastar plata, comer perros calientes y tomar cerveza y no para ver cómo se poncha un comunista de mentira. El camarada Magglio vive en el imperio en una muy buena propiedad. Tiene allí a su familia, como es lógico, y aprovecha la excelencia educativa del imperio para educar allí a sus hijos. No usa una Escuela Bolivariana de alguna barriada de Coro y menos una consulta con un médico cubano en un módulo de Barrio Adentro de Puerto la Cruz. Su familia hace muy buenos negocios con el gobierno y muy especialmente con las contrataciones que adelantan con la gobernación de Anzoátegui. Eso es público y notorio. Y para rematar a quién van a convencer de que los afiches que están por toda Venezuela con el camarada Magglio llamando a votar por el Sí de Chávez fue una donación, un acto desinteresado, en virtud de su militancia socialista. Eso de socialista a juro y por necesidad se le puede hasta justificar a un ex pelotero, ya retirado, con poco dinero y con una carrera terminada más cerca del fracaso que otra cosa. Es decir un sobreviviente que arrastrado y jalando de lo lindo encuentra en Chávez al proveedor de dólares que su condición de pelotero no fue capaz de lograr. Como en los caballos. Cosas de potros perdedores. No es que se justifiquen los abucheos a Magglio, pero acaso está prestando su imagen para promover una causa noble, una colecta para los niños con cáncer. No. Simplemente es promotor de un régimen militarista y antidemocrático. Nada más. ¡Suerte, camarada Magglio! Y que la farsa produzca, que valga la pena la comiquita socialista. Unas pitas y unos abucheos no tienen precio. Los contratos sí. El domingo 15 de marzo Chávez, en su show dominical, lo defendió y llamó apátridas a los cuestionadores del pelotero comunista. En Tves y TVT la campaña ya comenzó. Magglio ya no es un pelotero. Asumió el riesgo. Ahora es un socialista en campaña. Un político jugando pelota en el imperio. ¡Jajajajaja!

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